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7 consejos para bañar a tu perro

Bien es cierto que respecto a este tema hay un poco de discordia: hay expertos que coinciden en que no es recomendable bañar a los perros ya que su olor crea su identidad y además, es su medio de comunicación y hay especialistas que creen que de vez en cuando, una ducha perruna no viene nada mal, sobretodo cuando los perros están domesticados.

Como en casi todas las cosas, en el equilibrio está la clave. Entendemos que te guste convivir en un ambiente limpio y agradable, y que tu amigo peludo huela bien siempre ayuda. Pero antes de someterle a una ducha refrescante en esta época de calor, apunta estos consejos.

Sí al baño pero con precaución

Para no disminuir las defensas de la piel del animal ni reducir la grasa que le da al pelo lubricación y sedosidad, los baños deben ser regulares pero espaciados en el tiempo. Ten en cuenta que aunque esté bien seco, la humedad permanece en el perro durante un par de días. 

Antes de la ducha

Cepilla y peina bien a tu amigo perruno antes de meterlo en la bañera, sobretodo si es de pelo largo.

Cuidado con el agua

Es importante que tengas en cuenta la temperatura del agua antes de meterlo dentro. Intenta que esté tibia para evitar quemaduras y resfriados. 

El champú

Cuando vayas a comprar el champú, seguramente te vuelvas loco entre tanta opción. Lo mejor es que sea neutro ya que así ayudarás al PH de la piel de tu perro. Una vez lo hayas mojado, aplícale el champú primero por el lomo y después por las patas. Deja la cabeza para el final.

La cabeza, lo último

Es muy importante que el jabón no le entre ni en los ojos ni en los oídos para evitar futuras infecciones o dolencias. Una opción es tapar sus oídos con algodón mientras dura el baño.

Enjuágalo a conciencia

Una vez esté todo enjabonado, enjuágalo echándole el agua de adelante hacia atrás para evitar que queden restos de champú en la piel, algo que puede provocarle problemas de salud.

Sécalo bien después de la ducha

Éste es quizás el paso más a tener en cuenta de todos. Sécale la piel primero con una toalla siempre en sentido descendente y de manera suave. A continuación, lo más efectivo es utilizar un secador para eliminar la humedad lo máximo posible. Intenta acostumbrarlo a esto desde pequeño ya que puede ser que el ruido le asuste. En este paso, evita tirar aire caliente dentro de sus oídos. Una vez hecho esto, cepíllalo bien y dale un premio. Seguramente, tu amigo peludo te lo agradecerá.

 

Foto de: www.supercachorros.org

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